Luis Ramos de la Torre: Mientras pueda decir
Recibo en mi buzón el último libro de poemas publicado por Luis Ramos de la Torre (Zamora, 1956): Mientras pueda decir (Baile del sol, 2022) el libro llega acompañado de un prólogo de Félix Maraña que nos dice: “Hay en el conjunto de estos poemas de Ramos de la Torre una verdadera nostalgia del futuro, una apuesta no menos encendida por el vuelo hacia el tiempo del progreso”
Este poeta, narrador, ensayista y músico es doctor en Filosofía, Miembro fundador del Seminario Permanente Claudio Rodríguez y especialista en su obra. Sobre Claudio Rodríguez realizó su tesis doctoral, ha publicado artículos en diversas revistas culturales como "Archipiélago", "Revista de Estudios Orteguianos", "Aventura", "República de las Letras", "Zurgai" o "Campo de Agramante."
Mientras pueda decir es un libro de sonetos que nos dice en su contraportada:
“Hemos dicho que no todos los poetas nacieron para hacer sonetos. Solo algunos, como Luis Ramos de la Torre, se atreven a una empresa compleja en su discurso. Y algunos, como él, hacen un remate que se confunde con los mejores sonetistas de todos los tiempos. Porque, si no todos los poetas pueden escribir un soneto, no todos los sonetistas pueden entrar en el territorio de los clásicos. Y aquí tenemos a un escritor que ha traspasado la línea perdurable.”
Mientras pueda decir es un libro que camina, se abre mostrándonos ese camino como tratado de vida, machadianamente, paso a paso:
CAMINO
Somos lugar y en ese punto estamos
como una mimbre al viento que va y viene,
como el tallo en la planta que sostiene
la vida en flor y en tanto caminamos.
Somos un aire en cinta porque vamos
buscando contra lo que nos retiene,
y en ese ir y venir que nos mantiene
seguramente nos equivocamos.
Complicamos sin más nuestro camino
creyéndonos la voz del universo,
modificando el sesgo del destino.
Y sin querer errar merodeamos
entre la prosa inquieta o en el verso,
y en el camino a veces acertamos.
Vuelvo al prólogo de Félix Maraña y leo: “Ramos de la Torre es autor de una obra de madurez, hecha de la reflexión, mirada del tiempo y recogimiento en la función, valor y determinación de la palabra en el discurso de la existencia.” (…)”Ramos de la Torre está en su tiempo, incurre en la realidad y discurre contra la injusticia.”
Un libro de claridad y de compromiso, un libro de sonetos contra la oscuridad, con el fervor de comunicación con los demás buscando en la claridad de la voz, la solidaridad en los actos, la verdad.
UNA SOLA VERDAD.
Mientras pueda decir sin confundirme
una sola verdad y que esta sea
una norma, una ley, una marea
de luz con que guiarme y donde asirme.
Mientras pueda escribir y lo que afirme
ayude en algo al otro que me lea,
entregaré sin miedo a quien me crea
parte de lo que busco al exigirme
claridad y sentido en lo que escribo
o en todo lo que admiro y lo que leo
en los grandes autores esenciales.
Quiero sentir con esto que percibo,
algo del fuego aquel que Prometeo
robó a los dioses para los mortales
Regreso de nuevo a Félix Maraña, a su hermoso y certero prólogo para concluir con lo que nos dice: “Termina el libro con Miguel Hernández, un poeta a quien el tiempo no ha podido matar, (…) Pero con ser este de Ramos de la Torre el soneto que cierra tan hermoso libro, no es un canto a la derrota, sino nueva invitación a la lucha vital, a la musculación de la conciencia, a la defensa de la dignidad.”
CERTEZA
“Cuanto penar para morirse uno”,
dijo Miguel Hernández. ¡Somos nada!
Cuánto sufrir para encontrar quebrada
tanta ilusión en tiempo inoportuno.
Correr y no alcanzar casi ninguno
de los sueños que anhela la mirada,
y ver cómo se van desde la grada,
y perder, y morir, quedar ayuno.
Se va escapando el tiempo día a día,
sufriendo o alegrándonos, y juntos
penamos por aquello que perdemos.
Luchemos por lo bueno en armonía,
por la vida y pacientes, que difuntos
será a la postre aquello que seremos.
Un alegato en favor del soneto
Se cree que el soneto fue creado en Italia por Giacomo de Lentini.
También se dice que los ocho primeros versos de los primeros sonetos sicilianos son idénticos a la estrofa de ocho versos de la canción popular siciliana conocida como Strambotto. A esto, da Lentini (o quienquiera que inventara la forma) añadió dos tercetos al Strambotto para crear la nueva forma soneto de 14 versos.
Igualmente se ha argumentado que la estructura y el contenido del soneto siciliano bebían de la poesía árabe (concretamente de la quasida)
Sea como fuere. En su forma clásica, un soneto es una composición poética de 14 versos endecasílabos
En el siglo XVI importante fue Dante Alighieri con sus sonetos de amor, dedicados a Beatrice.
Pero fue el poeta Petrarca el mayor difusor del soneto y el más influyente, para expresar el sentimiento amoroso, con sus sonetos del libro Cancionero.. Petrarca y sus sonetos influyeron de tal modo que esta nueva estrofa se propagó por toda Europa.
El primer intento de adaptar el soneto a la lengua castellana es obra del Marques de Santillana (1398-1458), con sus cuarenta y dos sonetos hechos al itálico modo.
Desde Garcilaso de la Vega hasta el Modernismo, el soneto castellano tuvo una estructura fija en los ocho primeros versos y más libre en los seis últimos, con distintas combinaciones .
Además de Garcilaso y Boscan fueron muchos poetas del siglo XVI los que escribieron sonetos entre ellos Fernando de Herrera y Gutierre de Cetina entre otros muchos.
El soneto es cultivado por los principales poetas del siglo XVI y XVII como Lope de Vega, Góngora, Quevedo, Juana Ines dela Cruz, Cervantes…etc.
Decae el uso del soneto en el período neoclásico y también en el romanticismo.(Bécquer solo tiene un soneto) Pero reaparece con fuerza en el siglo XIX con el Modernismo (Rubén Darío), empleando el verso alejandrino principalmente y Manuel Machado.crea el sonetillo (soneto en versos octosílabos),
Es en la generación del 27 donde se pueden ver con frecuencia sonetos en la obra de autores como Jorge Guillen, Gerardo Diego, Rafael Alberti, y Miguel Hernández. (García Lorca escribió sus Sonetos del amor oscuro, sonetos que vieron la luz muchos años mas tarde)
Mas tarde Jorge Luis Borges,, cultivó el llamado soneto inglés o soneto shakespeariano, y Pablo Neruda que escribió los llamados sonetos impuros por estar escritos con medida y sin rima. (los llamados versos blancos)
El soneto mantuvo su vitalidad durante la dictadura poetas como José García Nieto, Luis López Anglada, Leopoldo de Luis, Blas de Otero, José Hierro y Ángel González.
En los años sesenta y setenta cayó un en el olvido con algunas excepciones, poetas como Antonio Carvajal, Juan Antonio Villacañas, Carlos Murciano y Ángel García López continuaron escribiendo sonetos.
Poetas posteriores como Juan Van Halen y Luis Alberto de Cuenca retomaron el uso del soneto
Hoy día tras un periodo de olvido y desdén hacia esta estrofa, parece ser que el soneto vuelve a adquirir su valor y es practicado de nuevo por muchos poetas en sus formas de cuartetos y o serventesios y en su diferente formas en los tercetos.
Concluyo ya con un soneto de Mientras pueda decir , un soneto con estrambote de este poeta de pensamiento, que reflexiona y canta a la vida, al amor, a la libertad y al afán de darse en la escritura y ser de todos ya y ser de nadie la voz en libertad, libre, en el aire. Un poeta que ha escrito sesenta y seis sonetos para darse a los demás como se dieron los grandes poetas españoles.
DARSE
Si la voz se esparciera como el canto
en el aire y se fuese como el viento.
Si la palabra fuera movimiento
y saliera volando tanto y tanto
como vuela y se esplende, seña y santo,
el ascua de la luz, ¡qué ofrecimiento
el de su aurora, amor,uva y sarmiento
de la vida enredada entre su encanto!
Si pudiera mi canto recrearse
en la voz de cualquiera o en su sueño.
Si huir de mi pudiera y así darse,
Y al darse hacerse fuerte en ese empeño
para extenderse, izarse y renovarse
y escapar para siempre de su dueño.
¡La palabra y el canto no serían
de nadie ni de nada: se darían!
Luis Ramos de la Torre: “Comienza a escribir poesía y a tomar conciencia social en su juventud, esto le lleva a participar en diversos colectivos políticos y literarios. En 1976 termina Magisterio y empieza su carrera docente. Fue profesor de ciencias y de música en diversos centros de la provincia de Zamora. Licenciado (1996) y doctor en Filosofía (2006), pasa a la educación secundaria como profesor de esta disciplina en 1998, hasta su jubilación en 2016. Su tesis doctoral se titula Poesía y salvación en Claudio Rodríguez: una interpretación desde Ortega.”
De su obra literaria de ensayo y poesía ha publicado.
En ensayo: aparte numerosos artículos académicos sobre música, filosofía y poesía, ha escrito: Guía de Lectura de Claudio Rodríguez, junto con Luis García Jambrina,(1988). El sacramento de la materia. Poesía y salvación en Claudio Rodríguez (2017). Hacia lo verdadero (Cercanías a la vida y al arte en la obra de Claudio Rodríguez), Chamán Ediciones, (2022).
En poesía: Por el aire del árbol (2002), De semilla de manzana, (2002), Entre cunetas (2015), Nubes de evolución (2017), Del polen al hielo (2017), Lo lento (2019), El dilema del aire (2020, Premio Ciudad de Salamanca de Poesía . Urgencia de lo minucioso (2021)
Y este Mientras pueda decir ( Ediciones Baile del sol,2022). Libro en el que se estrena como sonetista , en mi opinión con muy alta nota , ofreciéndonos sesenta y cinco sonetos a la altura de los grandes clásicos pero paso a paso haciendo camino al andar con el pensamiento y la palabra en todo lo preocupante del presente, del ahora.
Como músico ha puesto música a poemas de diferentes poetas: ha cantado poemas de Claudio Rodríguez, Agustín García Calvo, Isabel Escudero o Pablo Neruda, entre otros. Ha grabado los discos: La canción que cantábamos juntos (Madrid, 2001) y Por arroyo y senda (Madrid, 2003), además de El aire de lo sencillo (Urueña, 2007), dedicado a poemas de Claudio Rodríguez
Manuel López Azorín